domingo, 17 de febrero de 2013

EL SEXO ANAL


Conoce las ventajas y desventajas de practicar sexo anal con tu pareja.

El sexo anal heterosexual parece haberse puesto de moda y existen numerosas parejas que lo practican pero, la verdad es que muchas mujeres sólo lo hacen para complacer a su pareja, no por propio gusto.


Tradicionalmente, el sexo anal entre parejas heterosexuales fue una variante de la sexualidad, no siempre bien vista, que contribuía al control de la natalidad. Al principio se utilizaba más como una forma de evitar tener hijos. Y con el tiempo se empleó como una variante más de las prácticas sexuales.

Sodomía es otro nombre para referirse al sexo anal. Actualmente, la práctica habitual del coito anal se encuentra en torno al 10% de la población masculina y femenina. Parece probado que las mujeres urbanas con bajos ingresos suelen tener una experiencia con el coito anal (entre el 9% y el 38%) superior al de las universitarias (12%).

Razones de rechazo

Las mujeres terminan aceptando en mejor o menor grado el sexo anal por amor a su pareja. Es posible que con el tiempo se acostumbren y terminen aceptándolo con agrado. Pero, inicialmente, el sexo anal es algo que tienden a rechazar casi todas las mujeres.

Las razones de dicho rechazo son bien sencillas. Y no se trata, simplemente, de que esa actividad resulte un tabú para ellas. Es verdad que algunas rechazan el sexo anal porque no admiten que entre nada por un lugar destinado a que sólo salgan cosas, o porque supongan que ese tipo de actividad sólo es propia de la homosexualidad femenina y, por tanto, deduzcan que si su pareja se lo propone es porque tiene algo de perverso o de homosexual.

Hay otras razones prácticas para ese rechazo. Por un lado se encuentra el temor de las mujeres al dolor que dicha práctica pueda ocasionarles. Un dolor que es auténtico, nada imaginario, que se debe a la intensa contractura refleja del ano cuando algo intenta abrirlo abruptamente.

Un reflejo fisiológico, destinado a evitar episodios desagradables que no se mencionarán aquí pero que todos los lectores podrán imaginar. Sólo un proceso de habituación al sexo anal permitirá que dicho dolor desaparezca cuando la costumbre permita a la mujer relajar espontáneamente el esfínter anal para dejar entrar al pene.

El papel de la mujer

Las mujeres suelen ser el sujeto pasivo en el mismo. Y no hago referencia a la postura o a la actitud respecto a la sodomía sino a la propuesta de esta actividad sexual: pues generalmente la hacen los hombres.Porque, aunque es cierto que existen mujeres que tienen una experiencia de coito anal superior a la de algunos hombres homosexuales, lo cierto es que el coito anal resulta más atractivo para los hombres que para las mujeres. Probablemente, a los hombres les seduce el aspecto animal de este tipo de encuentro, además de que al ser más cerrado el esfínter anal que la vagina, les proporciona sensaciones más intensas.

La higiene y demás

Por otro lado, entre las razones del rechazo, se encuentran las cuestiones higiénicas. A las mujeres les preocupa tanto qué hacer antes de la relación, para que el terreno se encuentre limpio y sin restos de heces, como, también, semen manchar el pene con esos restos después del acto.

En ocasiones, las medidas preventivas que hay que poner en marcha para ambas situaciones disuaden, por sí solas, a cualquiera.

Y una tercera razón para rechazar el sexo anal es que este no procura a la mujer sensaciones eróticas relevantes. Las mujeres que lo practican pueden sacar placer del contacto físico; de la situación que ocasiona: un contacto muy primitivo e instintivo; de proporcionar a su pareja unas sensaciones de ese tipo.

Pero el ano, aunque tiene terminaciones nerviosas que pueden trasmitir sensaciones eróticas, estas sólo se despiertan con las caricias, no con la inserción del pene en el ano.

El coito anal no produce las sensaciones eróticas que las mujeres sienten en el vaginal y, por descontado, no lleva a ninguna mujer al orgasmo. El ano está más lejos del clítoris que la vagina y, por tanto, no recibe ninguna clase de estimulación durante el coito anal. Es necesario que el hombre masturbe a la mujer (lo que no siempre es fácil, sobre todo en la posición del misionero) o que ella se lo haga a sí misma (a lo que no siempre se atreve) para llegar al orgasmo.

No puede extrañar, por tanto, que las mujeres se muestren reticentes a practicar el coito anal. A ellas no les produce gran cosa.

jueves, 14 de febrero de 2013

Foto de...., Él.



Esto es lo que Ella provoca en mi, y no porque hoy sea San Valentín, sino porque me fascina su cuerpo, su alma, su mente y su forma sexy y sensual de tener sexo de cualquier forma, en cualquier momento y en cualquier lugar postura y situación.

TE QUIERO CARIÑO

FELIZ SAN VALENTIN A TOD@S

Y RECORDAD, SAN VALENTÍN, PATRÓN DEL AMOR, Y SAN CALENTÍN, PATRÓN DEL SEXO.

Él.

En el sofá.


Estábamos anoche sentados en el sofá tranquilamente viendo la TV, cuando Ella se levantó y fue a colocarse lasciva y provocativamente entre mis piernas. Con una agilidad sorprendente, me bajó el pantalón de deporte que llevaba puesto y cogió mi pene con sus manos, agachándose muy sensual para metérselo en la boca. Primero solo fue el glande, la punta, que relamió con la lengua dentro de su boca, pero luego fue bajando y bajando lentamente hasta metérsela entera hasta los huevos. Me estaba haciendo una mamada profunda. Notaba como la punta de mi pene, que estaba completamente tieso, se clavaba en su garganta y me estremecí. Con la otra mano me cogió los testículos, y comenzó una estupenda chupada, subiendo y bajando. Yo la miraba mientras se la comía, Ella tenía los ojos cerrados, y chupaba con maestría. Tenía todo el pene ensalivado que entraba y salía de su boca y sabía que no iba a resistir mucho por lo excitado que estaba, así que no tardé en avisarle que me corría, pero ella siguió chupando sin cambiar el ritmo. Me retorcí en el sofá mientras mi polla derramaba toda mi leche en su boca, y ella seguía chupando. Fue estupendo. Chupó durante unos instantes más, y luego se apartó, aunque su mano siguió sosteniendo mi miembro viril. ¿Te ha gustado?  preguntó mientras su lengua relamía su boca y tragaba el semen que quedaba en la comisura de sus hermosos labios. Mi respuesta fue tumbarla sobre el sofá y empezar a quitarle la ropa para follármela, pero eso… os lo contaré otro día.

 Feliz día de los enamorados y feliz...sexo.

Ella y Él.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Antes de irnos a trabajar.


Buenos días, un polvo rápido recién levantados.



Ella y yo nos levantamos esta mañana dispuestos a asearnos, desayunar e irnos a nuestros trabajos respectivos, pero una vez en el baño… le quité la camiseta cortita que llevaba puesta y me puse a chupar sus tetas, le toqué su coño hasta que le hice mojarse con mis dedos dentro, Ella luego me dio una mamada de verga increíble estando yo de pie, como era incómodo para ambos, Ella me tomo de la mano y me llevo a la cama de nuevo, allí nos enroscamos en un delicioso 69 de lado, yo con la cara metida en su entrepierna y Ella chupando como desesperada mi pene y metiéndolo casi entero en su boca.
Ella enseguida se corrió entre mis labios y lengua, yo no dejaba de estimular su clítoris, Ella seguía chupando mi glande con ansias, yo dejé que continuara, quería saber que iba a hacer con mi leche que estaba a punto de llegar. En unos minutos mas comencé a eyacular, Ella lo repartió entre su rostro y sus tetas. Ella estaba bañada con mi semen. Mira como me dejaste cariño, me dijo señalando toda mi corrida en su cara y sus pechos. Era tanta que tuvo que irse a limpiar a la ducha.
Unos minutos más tarde estaba de regreso conmigo, besándonos y tocándonos como si fuera la última vez que lo hacíamos. Pronto nos calentamos de nuevo, Ella me coloco abajo y se fue montando encima de mi, tomó mi verga y se lo puso en la entrada de su coño, luego se fue sentando encima hasta que se la metió toda, Ella ponía sus ojos en blanco mientras me deslizaba dentro de su vagina. Luego empezó a moverse, su coño me apretaba nuevamente la polla. Me cabalgó hasta llegar a un sonoro orgasmo, emitió unos grititos de intenso placer y de la intensidad bajó a morder uno de mis pezones, no fue nada doloroso y me dejó sus dientecitos marcados en la piel. Luego se dio la vuelta y mostrándome sus lindas nalgas y su coño con mi verga adentro comenzó a follarme. Era excitante ver mi polla en su coñito y como movía sus nalgas, suficiente para que en cinco minutos yo le entregara otra tanda de esperma en su cuevita. Terminado todo esto, corrimos como locos porque sino... llegábamos tarde.






Feliz día… y Feliz sexo.



Ella y Él.

martes, 12 de febrero de 2013

Diez mentiras sobre el sexo.



Desde que oímos pronunciar la palabra sexo somos conscientes de que nos encontramos ante un gran descubrimiento. A todos nos gusta el sexo, practicarlo y por supuesto, también hablarlo, pero lo cierto es que aunque haya muchos “valientes” que hablan sin tapujos del arte de deshacer las camas, todavía son bastantes los que bajan la voz cuando sale el tema. Por culpa de estos últimos, a lo largo del tiempo el sexo se ha ido rodeando de un halo de misterio que no ha servido más que para crear inseguridades, complejos y miedos y es por ello, por lo que hoy, me he propuesto desmontar las diez mentiras del sexo.

-Virginidad: Eterna enemiga de ellas, por miedo a que les duela perdiéndola, y de ellos, porque se mueren por perderla. El concepto de la virginidad siempre ha sido algo machista y es que no hace tanto, si una mujer no lo era, se convertía en poco menos que una fresca, y si un hombre sí, en el más tonto del grupo. Ni una cosa, ni la otra. Si lo eres, seas chico o chica, hasta cierta edad, no es ninguna vergüenza, que es peor ir de experto y quedar de paleto, y si no lo eres, pues tampoco, que ese rollito de “yo no sangro porque de pequeña me montaba mucho en la bici” ya no cuela, que cómo dice mi amiga Sheila, ella siempre montó mucho en bici y no fue así como perdió eso que cuando se pierde, ya no se encuentra.

-Tamaño: Que si los negros la tienen muy grande y los chinos muy pequeña, que si no importa el tamaño si no cómo saber usarlo, que si es mejor grosor que longitud, y otros inventos que no sé muy bien a dónde llevan pero a buen puerto seguro que no. No nos engañemos, el tamaño sí que importa, tanto por arriba como por debajo y las diferencias raciales relacionadas con él se darán unas cuantas al año, pero no ocurren siempre, igual que todos estaremos de acuerdo en que no sirve de nada saber pintar cuadros si no tienes con qué pintarlos. En cuanto al tamaño, está bastante claro que en el término medio está la virtud que las miniaturas para las exposiciones y los misiles para las guerras y ese tipo de ocasiones.

-Tiempo y cantidad: El tiempo y la cantidad siempre fueron motivo de discusión y sirven para vender la existencia de unos seres superiores que son como las pilas Duracell y de otros inferiores que a final de mes no es lo único a lo que no llegan. Entre ellas los dividen en los del rollo “aguanta horas y horas, me deja muy cansada” y los de esa versión denominada por una buena amiga “para cinco minutos de mierda no me bajo ni las bragas”. Entre ellos todos aguantan mucho y son muy superiores pero a la hora de la verdad, nunca es tanto cómo dicen, que cuando se trata de calcular tiempos suelen tener algún despiste. En la duración, como en todo, hay que conseguir equilibrar la balanza que aunque no es verdad que “lo poco gusta y lo mucho cansa”, tampoco que “cuanto más, mejor” que a ver quién se marca los 12 que defendía aquel personaje del corazón y a ver también quién es quién los aguanta.

-Precauciones: En cuanto a los precauciones no me voy a convertir en un folleto de embarazos no deseados y enfermedades de nombres impronunciables, pero lo cierto es que sí hay que tener cuidado. Si no conoces, pon precaución, y si conoces, a veces también, que los trucos marcha atrás son los causantes del mayor número de embarazos y que las enfermedades no entienden de mínimos contactos. Ahora sí, tampoco es plan de exagerar, que todavía oí no hace mucho aquel supuesto de qué pasaría si una chica se baña en una piscina en la que no sólo hay agua. No voy a seguir que todos sabemos cuál es el final de este supuesto.

-Sado y otras prácticas “novedosas”: Siempre defendí que la libertad en el tema sexual es fundamental, pero me sería imposible negar que todo tiene sus límites. No voy a entrar a valorar a cada cual pero según mi opinión personal, si eres alguien medianamente normal y cuando os vais a acostar, te aparece con un látigo y un antifaz, empieza a correr si es que no consigues volar, porque eso por mucho que ciertos libros lo intenten poner de moda, a la libido la acojona, y funcionar, lo que se dice funcionar, no funciona.

-Exigencias: El sexo es diversión, nunca obligación. Si te pone horarios, fechas señaladas o viene con el rollo de “hoy toca”, huye, que puede tocar pero también puede que lo último que me apetezca es que seas quien me toque. Fijar momentos para tener sexo es un claro ejemplo de cómo perder la pasión y el deseo, de cómo perderlos y nunca encontrarlos porque si te sientes en la obligación, antes que meterte en la cama preferirás tragarte algún programa o leerte cualquier libro del que sacar alguna absurda reflexión.

-Quedarse a dormir: Otro mito absurdo que hemos dejado que suba como la espuma y es que si después de acostarte con alguien se queda a dormir es porque te quiere,y si no, porque sólo quería eso. Pues no, no estoy de acuerdo y es que aunque puede que a veces sea así, también es posible que se quede a dormir porque le dé pereza salir con el frío, o que no por miedo a molestarte. Si quieres que se quede, díselo y si prefieres que se vaya también, que la sinceridad es la base de cualquier relación sexual o de amor.

-Lugares de excepción: El sofá, la cama, encima de la lavadora o detrás de la secadora, no, no nos vamos a engañar, probar puedes probar muchos sitios que en la variedad está el gusto, pero no vengas con historias de lavadoras centrifugando mientras que le estáis dando o rollos de en la mesa del salón, que a la hora de dar rienda suelta a la pasión es verdad que cualquier sitio viene bien pero si se convierte en habitual, mejor que tengas una cama que poder deshacer, que las espalda se resiente y las piernas, casi siempre también.

-Luz y oscuridad: Debate sin final entre los partidarios de la completa iluminación y los que se quedan con poco más que un apagón. En mi opinión, no es plan que se convierta tu habitación en un estadio olímpico planteado para la observación pero tampoco que la mejor opción sea acabar con la visión y sólo intuir, que los ojos los tenemos para ver y depende de en qué prácticas no está demás tener los cinco sentidos completamente aprendidos.

-Tríos, cuartetos, intercambios y grabaciones: Al igual que en el sado y otras prácticas de dudosa reputación, no entraré en las preferencias de cada cual, pero si te vas a meter en tríos y demás, mejor que tengas claro a lo que te vas a enfrentar, que de boquilla quedará muy bien pero una vez en faena, igual no te apetece tener que compartir lo que nunca antes compartiste. En cuanto al tema de la grabación del momento de pasión, cuidado, que las parejas se quieren mucho y tal, pero las rupturas son muy dolorosas y puede que a más de uno le apetezca enseñar cosas que tú no quieras ni recordar.

El sexo está lleno de tabúes, de mentiras y de pensamientos no dichos, por todo esto no estará de más saber, mientras conseguimos convertir en una actividad natural y divertida algo que es justamente eso, que no somos los únicos que queremos acabar con estas diez mentiras sobre el sexo.