miércoles, 6 de marzo de 2013

UN DIA CUALQUIERA DE NUESTRA VIDA. ELLA.

¡¡Hola!! ¿Qué tal todo por ahí? 

Bueno, pues hoy me apetece contaros como es un día cualquiera de nuestra vida, por ejemplo, hoy:

Como ya sabéis, Él duerme mas bien poco y generalmente se entretiene acariciándome e investigando mi cuerpo. ¡Ah! la novedad de hoy es que esta noche me ha estado escuchando el corazón mientras dormía, me dice: "tienes un sonido muy rítmico y acompasado" y yo, pues cualquier día me lo como. Como bien dice nuestra amiga Andrea, lo de dormir poco es en realidad una virtud jeje, ya que cuando toca despertarse, yo ya estoy excitada y Él ya lleva rato también; generalmente me despierto con su erección tratando de colarse entre mis nalgas; con este panorama, no es de extrañar que todos los días empecemos haciendo el amor; la mejor manera de empezar el día, ¿verdad? ¿a que estáis de acuerdo?

Hoy llevaba desde las 04:00 a.m. acariciándome y poniéndose muy cachondo con mis gemidos entre sueños; a las 06:30 me desperté con las yemas de sus dedos haciendo círculos en mi clítoris y con una mojadura impresionante en mi vagina. Empecé a masturbarle, comprobando que su polla estaba realmente tensa y con muchas ganas de introducirse dentro de mí, lo que hizo sin tardar. Tras provocarme tres o cuatro orgasmos me avisó de que ya no aguantaba más y se derramó dentro de mí. Un ratito abrazados y con mucha desgana nos levantamos para empezar a funcionar. Él pone la radio y me observa mientras me levanto y espera a que me meta en la ducha para levantarse a preparar el desayuno; cuando salgo de la ducha, el olor a café y tostadas me lleva casi levitando hasta la cocina. Dos o tres besos con y sin lengua, le beso la espalda, le meto mano por delante y por detrás y nos sentamos a desayunar. Hablamos un ratito sobre lo que vamos a hacer durante el día y sobre "la logística" doméstica, comida, compra, etc...En concreto hoy, me dijo que me prepararía algo rico, rico para comer. Una vez terminado el desayuno, me acompaña a la puerta, nos besamos y me hace "el elefante"; deseándonos una buena jornada nos despedimos.

Durante el trayecto hasta mi trabajo, raro es el semáforo en rojo que no aprovecho para enviarle un mensajito por el móvil o mirar lo que Él me escribe y así, con una sonrisa que me dura buena parte de la mañana, llego a mi oficina. Muy a menudo, me sorprendo mirando embobada por la ventana pensando en Él, en algo que me ha dicho o recordando nuestros momentos de intimidad y sigo sorprendiéndome del efecto que provoca en mí. Siempre termino mi ensimismamiento pensando lo mismo: LE-A-DO-RO. Mi mañana de trabajo transcurre bastante bien hasta el mediodía, donde empiezo a sentir unas ganas atroces de salir e irme a casa a refugiarme en sus brazos otra vez. Hoy, cuando llegué me había preparado fideuá para comer, que estaba...¡¡¡DE MUERTE!!! La pinta que tenía en la foto publicada en Twitter no le hacía justicia mmmmmmm. Terminamos de comer y fuimos a recostarnos un poco; momento que aproveché para mimarle dándole unos cuantos millones de besos de los míos jeje. Él, es muy, muy mimoso y a mi, me encanta mimarlo hasta que ronronea igual que un gatito ;). Como no podía ser de otra manera, hicimos el amor durante buena parte de la tarde. Fuimos a hacer unas compras y a dar un paseo y regresamos a casa para preparar la cena, una riquísima cena que también preparó Él.

Hace un buen rato que estamos en la cama, después de recoger la cocina y asearnos. Esta noche estamos un poco tristes, porque mañana se va de viaje durante dos días; a pesar de que es muy frecuente, no terminamos de acostumbrarnos a estar el uno sin el otro y durante ese tiempo, nos encontramos como perdidos y sin ganas de nada. Le echo muchísimo de menos, llena mi vida de mucha felicidad y la casa se vuelve completamente vacía sin su presencia...sin el sonido de la radio al despertar, sin su silbido mientras prepara el desayuno, sin sus chistes, sin su risa, sin la despedida del elefante. Me recreo en su olor, que permanece en casa, en su parte del armario, en sus chaquetas y en su pijama, que me da pena lavar porque huele maravillosamente a Él.

Voy a darle unos cientos de miles de millones de besos, para que tenga de sobra durante estos dos días.

Buenas noches a tod@s, que seáis felices.




5 comentarios:

  1. Hola Ella, maravilloso!!! La vida ya es bonita por si sola, pero cuando a tu lado tienes a la persona que te complementa hasta el limite de fundirse contigo es excepcional. No sabes lo que te comprendo en el tema viajes, en mi caso es al revés la que abandona el hogar soy yo pero también me llevo su olor. ¿Sabes lo mejor? el Reencuentro...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Andrea! Soy Ella. Eso es cierto, lo mejor sin duda es el reencuentro y aunque se pasa mal, también el hecho de echar de menos a la otra persona es algo positivo, yo siempre le digo a Él: "quiero tener ganas de llorar siempre que te vayas", no sé si me entiendes. Un beso guapísima.

      Eliminar
  2. Hola,soy Él.
    Nunca tengo besos de sobra cielo, por muchos millones que me des, nunca tengo de más, me encantan tus besos y tus mimos, y te voy a echar de menos, como siempre, pero desde que este blog está en marcha, no había tenido que viajar. Te quiero con toda mi alma, Ella.
    Estoy, A B S O L U T A M E N T E - E N A M O R A D O - D E - T I.
    TE AMO.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola cariño mío. Me alegro mucho, muchísimo, de que no tengas bastante con los besos que te doy, porque tengo millones de millones de ellos y te los pienso dar toditos. TE ADORO MI VIDA. Buenas noches, que descanses. MUAKS, MUAKS, MUAKS....

      Eliminar
  3. Qué maravillosos despertares tenéis!! Sois un ejemplo a seguir, de verdad pareja. Me encanta todo lo que contáis :)

    ResponderEliminar

Comentar